PERCEPCIONES DEL AGUA POTABLE: IMPULSANDO LA CONFIANZA Y EL CONSUMO DE AGUA DEL GRIFO

El agua potable es un recurso esencial para la vida, y la elección entre el agua del grifo y el agua embotellada es una decisión conductual influenciada por diversos factores. A pesar de que la infraestructura pública de agua potable en muchos países de altos ingresos está bien desarrollada y mantenida bajo estrictas regulaciones, la preferencia por el agua embotellada persiste, lo que plantea un desafío debido a sus impactos económicos, ambientales y sociales.

¿QUÉ INFLUYE EN NUESTRAS PERCEPCIONES SOBRE EL AGUA POTABLE?

Las percepciones sobre la seguridad y el sabor del agua del grifo, así como la creencia de que el agua embotellada es más segura, son factores clave que influyen en el bajo consumo de agua del grifo y, paradójicamente, en una mayor ingesta de bebidas azucaradas.

• Sabor y Calidad: La preocupación por el sabor y la calidad del agua del grifo es predominante. En un estudio, el 25.9% de los adultos no creía que el agua del grifo de su localidad supiera bien. El sabor del agua del grifo puede estar relacionado con la proximidad a la planta de tratamiento de agua, lo que resulta en altos niveles residuales de cloro. Las propiedades organolépticas (color, sabor, olor y turbidez) son importantes para las percepciones de calidad y preferencia del agua potable.

• Seguridad y Contaminación: Las preocupaciones sobre la seguridad química y la calidad del agua del grifo son específicas y a menudo se centran en la ubicación. Estas preocupaciones pueden estar relacionadas con información pública mandatada por leyes como la Ley de Agua Potable Segura, incluyendo informes previos de plomo en el agua potable. Fallas en la salud pública debido al agua del grifo, como la crisis del agua en Flint, Michigan, también pueden aumentar la preocupación y cambiar la preferencia hacia el agua embotellada. Cerca del 15.1% de los adultos no consideraba seguro beber el agua del grifo de su hogar, y el 39% pensaba que el agua embotellada era más segura.

• Factores Socioeconómicos y Demográficos: Rasgos demográficos como el género, la raza y el estatus socioeconómico están asociados con el comportamiento de consumo de agua y la percepción de su calidad. Por ejemplo, en EE. UU., los adultos afroamericanos y los hispanos tienen una mayor prevalencia de no beber agua del grifo en comparación con los blancos no hispanos.

• Marketing del Agua Embotellada: El marketing del agua embotellada explota y exacerba estas preocupaciones, centrándose en conceptos como pureza, seguridad y fuentes naturales, promoviendo la noción engañosa de que el agua embotellada es más segura y saludable.

LA PARADOJA DEL AGUA EMBOTELLADA: COSTO Y SOSTENIBILIDAD

El uso de agua embotellada conlleva problemas significativos, incluyendo un costo mucho más alto y una menor supervisión regulatoria en comparación con el agua del grifo. Además, el agua embotellada es menos sostenible debido al mayor uso de energía, emisiones de gases de efecto invernadero e impactos en los ecosistemas. También puede afectar la equidad pública al exacerbar las diferencias en el acceso al agua segura entre individuos ricos y de bajos ingresos.

ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LA PERCEPCIÓN Y FOMENTAR EL CONSUMO DEL AGUA DEL GRIFO

Para aumentar el uso del agua del grifo y reducir la dependencia del agua embotellada, es fundamental implementar intervenciones basadas en la comprensión de las preocupaciones específicas de la población. Las siguientes recomendaciones pueden guiar programas y servicios para mejorar las percepciones de seguridad y sabor del agua del grifo:

• Campañas de Información Persuasivas: Diseñar y difundir campañas que aborden directamente las preocupaciones sobre la calidad y seguridad del agua del grifo, proporcionando información clara y transparente.

• Mejoras en la Infraestructura y Distribución: Realizar mejoras que aumenten la conveniencia del agua del grifo, como la instalación de fuentes de agua accesibles y en buen estado.

• Informes Públicos Transparentes: Aumentar la transparencia en los informes públicos sobre los niveles de plomo y otros contaminantes en el agua del grifo.

• Manejo de Niveles Residuales de Cloro: Gestionar y optimizar los niveles de cloro residual para mejorar el sabor del agua.

• Establecimiento de Normas Institucionales: Fomentar normas y políticas que promuevan el uso del agua del grifo sobre el agua embotellada en entornos institucionales como universidades y lugares de trabajo.

• Educación sobre Riesgos y Beneficios: Educar al público sobre los riesgos potenciales del agua embotellada (como la menor regulación y la falta de flúor para la prevención de caries) y los beneficios del agua del grifo.

CONCLUSIÓN

Mejorar la percepción del agua potable del grifo es esencial para la salud pública y la sostenibilidad ambiental. Al abordar las preocupaciones sobre el sabor y la seguridad del agua, proporcionar información transparente y fomentar políticas que favorezcan su consumo, podemos construir una mayor confianza en este recurso vital y reducir nuestra dependencia del agua embotellada.