¿Qué es el Índice de Saturación de Langelier (LSI) y por qué importa en el agua potable?
¿Qué es el Índice de Saturación de Langelier?
El Índice de Saturación de Langelier (LSI) es un indicador químico que evalúa la tendencia del agua a disolver o depositar carbonato cálcico (CaCO₃). Desarrollado por Wilfred F. Langelier en 1936, el índice permite predecir si el agua es:
- Corrosiva (LSI < 0): tiende a disolver materiales, como metales en tuberías.
- Balanceada (LSI = 0): el agua está en equilibrio con el carbonato cálcico.
- Incrustante (LSI > 0): propensa a formar depósitos minerales en tuberías y sistemas.
Este parámetro se calcula a partir de mediciones como pH, alcalinidad, dureza cálcica, sólidos disueltos y temperatura.
¿Por qué puede aparecer en el agua potable?
El LSI no mide un contaminante específico, sino que evalúa la agresividad o tendencia incrustante del agua. Los tratamientos de agua potable, especialmente la desinfección, la dosificación de cal o soda, y los cambios de temperatura, pueden alterar el equilibrio químico del agua. También influye la composición natural del agua subterránea o superficial, que puede variar según la geología del terreno y las actividades humanas.
¿Qué efectos puede tener en la salud?
El LSI no tiene efectos directos sobre la salud humana. Sin embargo, su valor es fundamental para la protección de la infraestructura:
- Un agua con LSI bajo (negativo) es corrosiva y puede provocar la liberación de metales tóxicos (como plomo o cobre) desde las tuberías.
- Un LSI alto (positivo) puede formar incrustaciones que afectan el caudal, eficiencia térmica y calidad microbiológica del agua.
¿Qué dice la OMS sobre este índice?
La OMS no establece un valor guía para el LSI, ya que no representa un riesgo directo para la salud. No obstante, lo considera una herramienta importante dentro de la gestión del riesgo de corrosión y control de calidad del agua potable, especialmente en sistemas urbanos e industriales.
BOE (Real decreto 3/2023) establece un límite máximo de 0.5 unidades pH.
¿Qué se recomienda hacer?
- Monitorear regularmente el LSI junto con otros índices como el Ryznar o el índice de agresividad.
- Ajustar el tratamiento del agua, por ejemplo, usando carbonato sódico, cal o dióxido de carbono, para mantener el equilibrio deseado.
- Prevenir la corrosión o incrustación para evitar problemas secundarios como la contaminación por metales o la pérdida de eficiencia en sistemas térmicos e hidráulicos.
Conclusión
Aunque el Índice de Langelier no afecta directamente a la salud, es esencial para la seguridad y sostenibilidad de las redes de agua potable. Conocer su valor permite prevenir daños en infraestructuras, reducir costes de mantenimiento y garantizar la calidad del agua desde la fuente hasta el grifo.