Cloro Libre Residual en el Agua Potable: ¿Es seguro el desinfectante más común?
¿Qué es el cloro libre residual?
El cloro libre residual hace referencia a la fracción de cloro (ya sea como cloro molecular, ácido hipocloroso o ion hipoclorito) que permanece en el agua potable tras su desinfección y que sigue siendo activa contra microorganismos. Es un elemento clave para mantener la calidad microbiológica del agua durante su distribución.
Las formas más comunes de cloro libre residual son:
- Cloro molecular (Cl₂)
- Ácido hipocloroso (HOCl)
- Ion hipoclorito (OCl⁻)
¿Cómo llega al agua potable?
El cloro se añade intencionadamente al agua como parte del proceso de desinfección. Esta práctica está extendida a nivel mundial por su eficacia para eliminar bacterias, virus y otros patógenos. Sin embargo, una parte del cloro no reacciona de inmediato y permanece como residual libre, manteniendo el agua protegida frente a posibles contaminaciones posteriores en las tuberías.
¿Qué efectos puede tener en la salud?
El cloro libre residual, en las concentraciones habituales en agua potable (0.2–1.0 mg/L), no representa un riesgo significativo para la salud humana según la OMS, siempre que se mantenga dentro de los valores recomendados. No obstante:
- En exposiciones a concentraciones elevadas, puede causar irritación de ojos, nariz, garganta y piel, y molestias respiratorias.
- En estudios con animales, dosis muy altas pueden afectar al peso corporal y al sistema inmunológico, aunque los efectos son reversibles y se presentan a concentraciones superiores a las que se encuentran en el agua potable.
- La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) establece una concentración máxima permitida de 4.0 mg/L de cloro residual total, valor que incluye tanto el cloro libre como el combinado.
¿Qué dicen las autoridades?
- OMS (Organización Mundial de la Salud): Considera que hasta 5 mg/L de cloro libre residual en el agua potable no supone un riesgo sanitario significativo, aunque puede generar olor y sabor desagradables por encima de los 0.6 mg/L.
- EPA (Estados Unidos): Establece un límite máximo de 4 mg/L para cloro residual total (libre + combinado), como valor de seguridad para consumo humano.
- NIH: Confirma que el cloro libre se metaboliza principalmente en forma de iones cloruro, sin acumularse en el cuerpo humano.
¿Qué podemos hacer?
El cloro libre residual es esencial para garantizar la seguridad del agua potable, pero también es importante:
- Controlar regularmente los niveles de cloro residual.
- Minimizar su uso excesivo para evitar la formación de subproductos de desinfección (como trihalometanos).
- Optar por sistemas de filtración domésticos si se desea reducir el sabor u olor a cloro en casa.
Conclusión
El cloro libre residual es una herramienta vital para mantener el agua potable segura. Aunque su presencia puede generar cierto rechazo por su olor o sabor, los beneficios superan con creces los riesgos cuando se utiliza adecuadamente. Si bebes agua del grifo, puedes estar tranquilo: el cloro está allí para protegerte.